Pasadas ya las fiestas navideñas durante las cuales nos hemos ocupado de nuestras tradiciones, leyendas, gastronomía, Reyes Magos, caramelos, etcétera y habiendo pasado todos dichas efemérides bien y felices rodeados de familiares y amigos en espléndidas mesas y magníficas sobremesas y sin entrar en detalles sobre lo comido ni con quién pues ni es mi estilo ni interesa a nadie, vamos ahora a recuperar el ritmo y los temas habituales de página y precisamente viene a colación que finalizando las fiestas y mientras seguía por TV la concesión de los premios Nadal en el Hotel Ritz de Barcelona, me enteré con gran alegría de que este año recaía en un buen amigo de la isla y nuestro Pedro Zarraluki.

No puedo presumir en realidad de gran con Zarraluki, pero si de ser conocidos desde siempre. Siendo yo muy joven y trabajando en la recién inaugurada oficina de Turismo de Ibiza, situada frente al Teatro Pereira y siendo director de la misma un personaje interesantísimo el Sr. Villalba (dicho personaje merece un capítulo aparte, entre otras cosas había sido secretario privado de Negrin durante la segunda República y quién le escribía los discursos). Pues este señor Villalba tenía una buena amistad con un joven y encantador matrimonio: los Zarraluki, el José Luis era pintor, un buen pintor, puede verse su nombre en los catálogos de las época. Vivían en Santa Eulalía en Es Canar y con cierta frecuencia venían a Ibiza, pasaban a visitarnos por la oficina de turismo aprovechando la ocasión para tomarnos un cortado en el Bar Domingo. Aquellas tertulias eran muy entretenidas donde se hablaba de pintura y literatura (Villalba era un conocido traductor de francés y del inglés). Con los Zarraluki venían sus hijos Pedro y Esther de 5 o 6 años. Momentos inolvidables.

Pasaron los años y por circunstancias de la vida y por haberse ido de Ibiza perdí todo contacto con los Zarraluki, hasta que un buen día mi admirado escritor y amigo Vicente Valero (hijo de otro gran amigo) organizó su ciclo de conferencias en Sa Nostra y uno de los conferenciantes para hablar sobre Truman Capote era Pedro Zarraluki, esto ocurría el 22 de Noviembre del 99. Asistí a la conferencia y al finalizar, Valero me presentó al conferenciante. Picado por la curiosidad y debido a mi apellido, le pregunté si tenía algún parentesco con un pintor que había vivido en Ibiza, con gran sorpresa y alegría me dijo «soy su hijo». Aquel brillante conferenciante famoso escritor era aquel chiquillo que había conocido muchos años atrás.

Pedro es autor de libros de relatos y novelas importantes como «Retrato de familia con catástrofe», «El responsable de las ranas», premio Ciudad de Barcelona, «La historia del silencio», premio Herralde de Novela y «La noche del Tramoyista» cuya acción pasa en Ibiza y su última novela «La isla de las Medusas» premio Nadal de este año, la acción del último libro pasa en la isla de Cabrera, en los años siguiente a la guerra Civil y sus protagonistas son unos desterrados políticos.

Por pasar la acción en Ibiza merece mención especial «La noche del Tramoyista», desde su portada con un mapa de la isla hasta la última página todo es Ibiza. El libro comienza con la siguiente frase: «Durante un tiempo creí que la isla de Ibiza sería mi residencia definitiva» para luego seguir «los sucesos aquí escritos no son sino una crónica de lo que sucedió en la isla de Ibiza a finales de la década de los cincuenta». La acción ocurre en una isla irrepetible, mítica, fascinante, descrita por pintores, escritores y artistas de todas clases y nacionalidades, como fueron las décadas de los 50 y 60. Se refieren también a la isla y a esta época entre otros Carlos Martorell en «La isla de Peter Pan» y Fernando-Guillermo de Castro en «La isla Perdida». Vicente Valero en un magnífico libro «Viajeros contemporáneos» hace referencia a todos ellos y naturalmente a su amigo Zarraluki que por cierto se desplazó a Ibiza para la presentación del libro.

Esperamos ver pronto en las librerías «La Isla de las Medusas».