En tan sólo unas horas los escaparates de la isla han mudado su piel. Las estrellas, guirnaldas y lucecitas han dado paso a carteles con grandes números: -30%, -40%, -50%. Las rebajas han llegado, y los ibicencos se han lanzado a la calle para aprovecharse de los jugosos descuentos en prendas y artículos que hace apenas dos días llegaban a costar más del doble. Era raro no ver ayer por las principales calles de la isla a gente que transportaba en sus manos más de una bolsa con el logotipo de conocidas boutiques de ropa. Se trataba de cazar la prenda deseada al precio más conveniente. Por eso algunos incluso hacían cola en la puerta de su tienda preferida: «Esta mañana hemos empezado a las 10,00 horas y han entrado unas 25 personas. Desde las 9,15 horas había ya gente esperando», aseguraba Mar, cajera de una franquicia de ropa situada en Bartomeu Roselló, mientras atendía al numeroso grupo que aguardaba para pagar. «Nosotros aprovechamos para comprar ahora porque hay precios más cómodos. Hay cosas que en Navidad podían costar el doble», explicaba Darwin, un joven que esperaba allí junto a su novia. Y es que, efectivamente, los descuentos en algunas ocasiones pueden llegar hasta el 70 y el 80 por ciento de su precio anterior, aunque la mayoría de las veces suelen ser aplicados a unos pocos artículos, que son utilizados como reclamo para atraer gente. Cuantos más miren, más posibilidades de que alguien 'pique' ilusionado por adquirir algo por menos. Puro marketing.
También las avenidas Vara de Rey e Isidoro Macabich exhibían su ajetreo comercial. En las tiendas muchos compraban. Eran todavía más los que miraban. Descolgando las prendas, analizando las etiquetas con el precio. Mostrándoselas a sus acompañantes. Los dependientes no daban a basto recolocando la mercancía mientras el pitido de la caja registradora sonaba incesantemente. En una de las cafeterías de la zona dos amigas de unos 30 años se enseñaban mutuamente su última adquisición: «Mira qué cinturón me he comprado»; «Pues yo he encontrado esta pulsera». Después del cortado, a proseguir con la marcha. No había un minuto que perder en la búsqueda de la ganga. I.M.