Carlos Goñi, en una foto tomada durante una de sus anteriores visitas a la isla.

Se disculpa por atender nuestra llamada con un poco de retraso: «Perdóname, pero es que he ido al cine a ver 'Alejandro Magno' y ha durado un poco más de lo que pensaba». Dice que la película le ha gustado a pesar de las críticas que ha recibido en Estados Unidos: «Creo que el problema que tienen los norteamericanos es que no les gusta que les desmonten a sus mitos, y en el momento que alguien les dice que Alejandro Magno era bisexual o que Aquiles era homosexual se rebelan», aunque también reconoce que Oliver Stone es un director que particularmente le gusta.

Carlos Goñi llega hoy a Eivissa después de siete años para tocar en directo con su grupo Revolver. Asegura venir con muchas ganas, «porque no es un sitio en el que me prodigue demasiado y guardo muy buen recuerdo de las veces que he ido». No sólo de conciertos, sino de cuando estuvo en Sant Antoni preparando su gira con Comité Cisne, uno de sus anteriores grupos: «Era otra época y me lo pasé muy bien».

Dice que la gente que acuda hoy al directo se va a encontrar con muchas diferencias: «Es el concierto de Revolver más duro que he tenido hasta ahora, con un sonido más compacto y fuerte», muy en la línea del último álbum de la banda, 'Mestizo', con un contenido muy crítico a la sociedad. «En algunas radios me han dicho que no lo ponían porque era muy duro e incisivo», señala. Algo que saca de quicio a Carlos, que piensa que «a este país, por el motivo que sea, no le interesa que le cuenten cómo estamos. Yendo como vamos en el furgón de cola del desarrollo, continúa viviendo en su burbuja». Y como ejemplo de ello pone la película que acaba de ver: «He tenido la sensación de que la gente sólo quiere ver sangre, batallas y espadas. No le interesan las interioridades de los personajes». Esta noche, sobre el escenario estará acompañado de sólo cuatro músicos, cuando en ocasiones han llegado a ser hasta siete: «Un amigo inglés dice que cuanto menos músicos más ruido. Y lleva razón». El concierto durará alrededor de dos horas y media, y estará estructurado principalmente por una parte eléctrica para dar paso después a una acústica: «Es la parte que me pongo delante de un cuaderno con 45 canciones y puedo tocar cualquiera. Depende de cómo vea a la gente y lo que me apetezca en cada momento. Pero seguro que habrá canciones que hace mucho tiempo que no se tocan», explica. Desde luego que tendrá para elegir, porque Revolver tiene un amplio repertorio. . I. Muñoz