La Federación Socialista de las Pitiüses hizo ayer balance del año,
en su tradicional brindis navideño, destacando que ahora el partido
ya puede ser «una alternativa válida para gobernar las
instituciones de las Pitiüses en solitario». Así lo dijo ayer el
secretario general de la FSP, Roque López, que, no obstante,
también dijo que eso no supone «el final del Pacte», añadiendo
luego que es necesario «un compromiso de la izquierda» para lograr
un nuevo cambio político en Eivissa y Formentera.
El PSOE subió mucho en las pasadas elecciones generales del 14
de marzo y se situó muy cerca del PP, que, pese a todo, sigue
siendo aún la fuerza más votada de las Pitiüses. Curiosamente, el
partido socialista ganó la partida en Formentera, donde meses
antes, en las autonómicas y municipales, el PP logró el diputado
que inclinó definitivamente la balanza en favor de la fuerza
conservadora.
La historia se repitió meses después con motivo de las
elecciones Europeas, celebradas el 13 de junio. El PP volvió a
ganar, pero el PSOE le comió de nuevo mucho terreno en las
elecciones con menor participación de todas las celebradas durante
la democracia en las Pitiüses.
El secretario general del PSOE de las Pitiüses indicó que
obviamente el principal objetivo de la nueva Ejecutiva del partido,
impulsado por los óptimos resultados registrados este año, es el de
trabajar para «recuperar en 2007 todas las instituciones».
«Trabajaré para alcanzar acuerdos con el resto de las fuerzas
progresistas y lograr lo mejor para los ciudadanos de estas islas»,
declaró para restar importancia a la grave crisis que padece
actualmente la coalición de partidos de la izquierda.
Como no podía ser de otra manera, tras el éxito electoral del
14-M, Roque López hizo un balance «muy positivo» de este año, lo
cual, insistió, supone que la Federación Socialista de las Pitiüses
(FSP) ya es «una alternativa real de gobierno». Repasó a nivel
nacional las medidas legislativas adoptadas por el nuevo Gobierno
de Zapatero, subrayando luego que el nuevo talante socialista ha
servido para «devolver el clima democrático a las
instituciones».
En este sentido, y regresando ya a la política local, Roque
López destacó que el PSOE es «un partido de consenso y diálogo», en
contraposición al PP, que es el de «la crispación social».
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