Pasión por el ballet y la ópera (II)

E scribía en mi última crónica el rápido y notable éxito alcanzado por Armin de Paula's en el campo de la moda, pero un personaje inquieto y creador como él, no se conforma con este triunfo y en lugar de consolidarse y apoltronarse en su firma y cadena de boutiques, él busca nuevos horizontes donde dar rienda suelta a su fantasía e imaginación sin dejar completamente el tema moda pues continúa manteniendo sus establecimientos en New York y España, además de continuar con su fieles clientes de siempre. Gran amante de la música y asiduo de todas las óperas y festivales. Una de las veces traba amistad en el Liceo de Barcelona con una conocida dama, Pilar de Goitia, muy introducida en el mundo musical y le presenta en el año 88 a Alicia Alonso de gira por España. Alicia es un personaje mítico en el mundo del ballet, es la directora del ballet nacional de Cuba y primera bailarina y a pesar de ser ciega dirige el festival de ballet de la Habana, naciendo una gran amistad entre Alicia y Armin y como resultado de esta amistad se establece una estrecha y profunda colaboración concretamente en cuatro ballets; el primero en el año 90 «Retrato de un Vals» con música de Lecuaona que se pasó entero en TV Española. El segundo ballet en el año 94 «Cleopatra eterna» el último que interpretó Alicia Alonso como primera bailarina, el estreno mundial fue en Madrid y las críticas fueron magníficas, especialmente en ABC y Mundo. En el año 96 fue el ballet «La Cenicienta» de dos horas y pico, el cual abrió las puertas de EEUU a Cuba ya que a pesar del bloqueo (también cultural) se autorizó su representación en el país debido a su fama y éxito. Se confeccionaron más de 100 vestidos para este ballet que también se representó en España en el festival del Castillo de Perelada. El último ballet fue «Yurisleydi» muy revolucionario e innovador con algo de crítica de régimen castrista y momentos un tanto «fuertes» y que no fue del agrado del elemento oficial.