Jaime, Javi, Esther, Javier y Djamce ayer por la mañana, en la calle. Fotos: ARGUIÑE ESCANDÓN

Básicamente trata de darle un sentido a la locura, al estar en la calle sin un techo y a pedir un techo por derecho», explicó Javier, que junto a Jaime, Djamce, Javi y Esther, formará parte del elenco que este domingo a las 19,00 horas representará la obra «El espejo de la realidad» con motivo de la celebración del 'Día Internacional de los Sin Techo'.
La cita es en el salón de actos de la iglesia de Santa Cruz, y allí este grupo de personas etiquetadas como 'Sin Hogar de Eivissa' acercarán al público una realidad a la que cada vez se suman más ciudadanos: la de vivir en la calle, sin un techo o en espacios públicos, alternando albergues, centros de acogida, prisiones, hospitales o centros okupas.
Este día se celebrará bajo el lema «Los dos viven en la calle pero sólo uno es de piedra» para sensibilizar a una sociedad que, según el punto de vista de los sin techo, «es cada vez más individualista».
La idea de esta jornada nace, según Javier, de la posibilidad que tiene la sociedad española, y en particular la ibicenca, de ayudar a la gente de la calle, a diferencia de muchos países sudamericanos en los que no se lo pueden permitir: «Se trata de hacer una propuesta musical, teatral, de danza, de pintura, de graffitti e incluso de fundar una especie de revista de los sin techo para que nos ayuden un poco más y nos crean un poco más de que somos capaces de hacer más cosas y que no por el sólo hecho de estar en la calle y de tener una situación económica insolvente somos asociales», señaló.
En la actualidad, según el Instituto Nacional de Estadística, hay entre 20.000 y 27.000 personas sin techo en España. El presupuesto que solía ser de 18 euros mensuales por persona fue recortado a 12, es decir 0,4 euros por día.

Esther nació en Melilla y por problemas en su casa decidió comenzar un camino que la llevó a vivir en las calles de Galicia, Madrid, Barcelona y ahora Eivissa. La joven aseguró que si bien en la calle siempre le han ayudado mucho, «aquí por un café o un bocadillo tienes que pasar entrevistas, inscribirte en una lista y cuando por fin te lo dan son las siete de la tarde y estás esperando desde la mañana».

La obra está basada en la Divina Comedia de Dante, y según la descripción de Javier, «hay un infierno, un purgatorio y un cielo. Pasamos del infierno en el que vivimos, contando a todos nuestros amigos que se nos han ido, a un purgatorio que son las asociaciones que nos ayudan. Ahí hacemos una descripción de qué es lo que nos aporta cada asociación: unos te dan una cama, otros te dan comida, y otros metadona, según dónde vayas, y después de ese purgatorio vamos a salir con ropa limpia, bien comidos y bien dormidos y se supone que listos para enfrentar un trabajo dentro de la sociedad. Viene a ser el paraíso y ahí daremos una sorpresa», concluyó acerca de esta obra única que será presentación, debut y despedida. Luciana Aversa