El feliz rostro de la libertad

Sí, Maite Zaldívar también eligió este lado del Mediterráneo para navegar y pasárselo en grande en compañía de su nueva pareja y un grupo de amigas. A bordo de una embarcación, «la esposa despechada» , como la califican algunas revistas del papel couché, saltó, bailó, se bañó y se besó en una tarde en la que los dimes y diretes que mantuvo hace no mucho tiempo con su ex marido e Isabel Pantoja parecen habérsele olvidado en pos de una diversión que quizás hace tiempo no conocía. Con un provocativo bikini de colores, un pareo haciendo juego y un sombrero de cowboy, Zaldívar disfrutó también de las playas de Formentera en las que compartió una comida en grupo en unos de los restaurantes de la pitiusa menor.
Más feliz que en sus últimas apariciones televisivas, Zaldívar pareció vivir uno de los días más alegres de sus últimos dos años, desde que se hizo pública la relación del entonces alcalde con la tonadillera.

Declaración o no de insolvencia por parte de Muñoz para salvarse de un costoso divorcio, reclama para ella y para su familia, Maite decidió pasarse unos días en grande en la isla y tuvo momentos de puro amor y comprensión con su nuevo novio,l que, si bien le lleva algunos años, ha conseguido que parezca algo más que contenta.
Con tanta alegría esparcida por el Mediterráneo, a la señora Zaldívar puede que no le queden ganas de recordar el mal trago de su separación. L.A.