La manifestación colapsó las principales calles del centro de la ciudad.

Los ciudadanos de Eivissa se echaron anoche a la calle para gritar un «no» rotundo a las autopistas. 9.000 personas (más de la mitad de las que han estampado su firma en contra de las autopistas) recorrieron las calles del centro de la ciudad y lanzaron gritos contra los proyectos de autopistas, según los datos que facilitaron el Cuerpo Nacional de Policía y la Policía Local de Eivissa, que, curiosamente, esta vez sí coincidieron. La Plataforma antiautopista, que fue quién organizó la manifestación, fue algo más generosa y calculó un total de 12.000 personas.

Anoche quedó claro que los ciudadanos de la isla no son ajenos a la política de nuestras autoridades, y así lo demostraron saliendo en masa a la calle. Como no podía ser de otra manera, la Plataforma calificó de «éxito total» la manifestación. Y no es para menos, puesto que eran muy pocos los que pensaban que realmente se podría rebasar la cifra de 5.000 manifestantes, sin contar que estamos metidos de lleno en la temporada turística, que por la tele echan fútbol de quilates y que no se ha cumplido ni una semana de la jornada electoral más gris que se recuerda en los últimos tiempos por la baja participación.

La marcha de protesta partió a las 21 horas de Vara de Rey, con los ecologistas y representantes de la Plataforma al frente sosteniendo la pancarta con el lema de la manifestación: «Salvem Eivissa. No volem autopistes». La cantante Massiel también se unió a la cabecera del grupo e incluso dirigió unas palabras a la muchedumbre al final del recorrido, de nuevo en Vara de Rey.

Los ánimos se encresparon al pasar frente al edificio de Grupo de Empresas Matutes, en la calle Bartomeu Rosselló, donde se lanzaron gritos en contra de los Matutes, en especial de la consellera insular de Carreteras, Stella Matutes. «Stella, dimisión», fue quizá egrito de guerra que más retronó por el centro de la ciudad. Aparte del vocerío, se pudieron ver muchas pancartas. «Stop corrupció» o «Cabrer, no nos cabrees más, deja Eivissa en paz»