La embarcación 'Isla de Ibiza' ha efectuado ya tres viajes desde el Levante español con bañeras de arena para la construcción. En cada uno de los viajes transporta aproximadamente 15 bañeras con 24 toneladas de arena, es decir 360 toneladas, por lo que hasta la fecha habrían llegado a la isla, en menos de una semana, más de 1000 toneladas y hoy el ferry debería recalar de nuevo en la Savina con un cargamento similar. Una arena que ha cuadriplicado su precio de 10 a 40 euros la tonelada y ha disparado todas las alarmas en el sector de la construcción.

El conseller para Formentera, Pep Mayans, reconoció ayer que traer arena de la Península no es «ni la mejor ni la peor de las opciones, sino la única solución por el momento» para paliar las carencias en materia de áridos que experimenta el sector de la construcción de Formentera desde que judicialmente se decretó el cierre de las dos explotaciones areneras de la isla.

Mayans señaló que el sistema adoptado de forma urgente y temporal, «no es, y parece claro, el idóneo» ya que la distribución de la arena es un tanto complicada; los grandes constructores precisan varias bañeras mientras que a los pequeños, una bañera con 24 metros cúbicos de arena excede sus necesidades por lo que hay que arbitrar medidas de reparto entre varios pequeños constructores, mientras que los particulares aún tienen mayores dificultades.