Vicent Juan, Vicent des Boixets, ha pasado toda su vida rodeado de caballos. De pequeño, porque eran un elemento imprescindible en la vida rural; más adelante, porque tuvo alguno para la práctica deportiva, y desde hace ocho años porque se dedica a la doma al estilo de como se hace en Menorca.

«Lo que hago en casa es doma menorquina, con caballo negro, como es normal, que es un tipo de caballo muy fino y espectacular», señaló el pasado domingo, después de la Olimpiada Payesa. «No se trataba de un espectáculo de doma menorquina, sino como un pasacalles como los que se hacen en Eivissa, especialmente en Santa Eulària desde hace un par de décadas con motivo del Primer Diumenge de Maig que es la única ocasión en que los caballos salen de Formentera».

Para Vicent des Boixets, esta fiesta de la Vila des Riu es la que congrega el mayor número de caballos de las Pitiüses, entre noventa y cien cabezas venidas de toda la isla, y también de Formentera y aunque no hay clasificaciones, sí que se obtiene lo que el califica de «el premio de la gente».

En el encuentro festivo del pasado domingo en la Mola había además ejemplares menorquines, caballos entrenados para el salto, para el paseo, ponys, todo tipo de corceles que concitaron la admiración de los asistentes y aficionados que siguieron el largo paseo de jinetes y cabalgaduras para después disfrutar de un pequeño espectáculo en que caballos y jinetes demostraron algunas de sus múltiples habilidades.