José Tur Olmo, de 72 años y gran conocedor del turismo de las Pitiüses por su doble faceta empresarial y periodística, poco antes del relevo oficial.

El presidente saliente de Fomento del Turismo, Gonzalo Miragall, pronunció ayer un discurso duro y sincero en su despedida ante la asamblea de esta organización, en el que no dudó en llamar a las cosas por su nombre. Aseguró que las Pitiüses se han «acostumbrado a la vulgaridad» por lo que aconsejó al sector que «salga fuera de las Islas» para comprobar el alto nivel que están adquiriendo otros destinos. «Harán falta un par de años de trabajo duro para recuperar la reputación perdida», dijo.

Reconoció que Eivissa tiene «condiciones y categoría» para ser competitiva con los demás destinos turísticos, pero matizó que hay que cuidar su imagen porque «no sirve de nada decir que tienes una novia guapa si tiene la cara llena de granos», bromeó. Miragall lamentó dar malas noticias pero advirtió de que lo lamentable «sería seguir con el discurso de que aquí no pasa nada y que todo se arregla», porque no es así. «No hay ningún motivo para pensar que la temporada de 2004 va a ser mejor que la de 2003», recalcó, y apuntó que si todo sigue como hasta ahora «habrá que hacer las maletas».

Recordó datos que hablan por sí solos como el hecho de que en tres años las Pitiüses hayan perdido 3,5 millones de estancias turísticas, lo que en dinero significa 35.000 millones de pesetas que no se han ingresado. No dudó en afirmar que las Islas «han perdido cuatro años magníficos en los que otros destinos han crecido».