Sólo una de cada diez personas que acude al servicio de urgencias de Can Misses queda finalmente ingresada en el hospital. Este dato es, a juicio del gerente del Àrea de Salud, «un buen indicador de calidad», ya que cuando aumentan los ingresos hospitalarios se puede llegar a bloquear el hospital.

El número de urgencias en Can Misses de Eivissa registradas durante el año pasado fue de 53.414, un 8 por ciento más que el año pasado cuando se atendieron 47.862 pacientes. Este incremento está en consonancia con el aumento de actividad registrado en el hospital durante todo el año.

Los motivos del ingreso en el hospital se puede deber a varios motivos: intervenciones urgentes, descompensación en el caso de enfermos crónicos, accidentes de tráfico o infartos. Dependiendo de la temporada del año se producen más ingresos de un tipo u otro. Así, hay más casos de descompensaciones en enfermos crónicos en la época más fría del año frente a los accidentes, que se registran más casos en verano debido al aumento de población por el turismo. Sin embargo es en verano donde se registran más urgencias, «pero el porcentaje de ingresos es más bajo», apuntó el gerente del Àrea de Salud.

Si en verano el porcentaje de urgencias que no son ingresadas es de un 91% de todas las que se atienden, el resto del año es de un 89%. Sin embargo, la presión en el servicio de urgencias es muy elevada en está época del año. Sólo en los meses de julio y agosto del año pasado se han atendido en Can Misses 11.537 pacientes, 1.500 más que el año pasado.

No obstante, los responsables sanitarios insisten en que las urgencias no sólo se atienden en el hospital: «El 70 por ciento de las urgencias se pueden resolver en atención primaria», comenta el gerente, ante la necesidad de inculcar a la población del servicio que se presta en las zonas de urgencias existentes en los centros de salud. «Es una labor de educación sanitaria», apostilló.