Un autobús de la Cruz Roja instalado en Vara de Rey ayer por la tarde servía para concienciar a la población del peligro de la enfermedad.

«Vive y deja vivir». Ese es el lema del Día Mundial de la Lucha contra el Sida, que se celebró ayer. La enfermedad del sida ha afectado a 260 personas de las Pitiüses. Los expertos calculan que por cada persona seropositiva que sabe que conoce la enfermedad, hay otra que lo desconoce.

La forma de transmisión de los infectados por el sida en las Pitiüses es en el 47,9% de los casos por ser usuario de drogas por vía parental; el 24,9% por relaciones homosexuales o bisexuales, y el 18%, por relaciones heterosexuales.

El médico internista de Can Misses y representante del Consell en el comisión balear contra el sida, Ramón Canet, destacó que el número de personas que han muerto por sida ha descendido estos últimos años.

El sida ha afectado de manera especial en Balears, pero en los últimos años la situación ha mejorado. En los años 1993, 1994 y 1995 se detectaron un gran número de casos que llegaron a la fase sida. A partir de 1995 se han diagnosticado menos personas en fase avanzada. Los motivos se debe a la disposición de tratamientos antirretrovirales para combatir la enfermedad y los cambios en los mensajes que les llegaba a la población sobre la enfermedad. «La gente pensaba que podía contraer la enfermedad si formaba parte de unos grupos concretos si tenía relaciones homosexuales o compartía drogas por vía parental», explicó Ramón Canet.

Así, se ha observado una disminución de los casos de personas infectadas por compartir jeringuillas y, en cambio, han aumentado por relaciones heterosexuales, sobre todo en mujeres, «la persona de la pareja que tiene cada vez más preponderancia». Uno de cada tres casos detectados corresponden a mujeres por lo que las campañas sanitarias van a incidir en este aspecto. El 30 por ciento de las personas infectadas en Eivissa son mujeres. «La mujer se encuentra muchas veces en una situación en el que exigirle al hombre el preservativo supone una situación violenta y de forma innecesaria, un riesgo. El hombre ha de entender que tiene la obligación de evitar la transmisión y la mujer, el derecho de exigir protección».