La asamblea general de Fomento de Turismo fue ayer más dura que nunca. El presidente de la entidad, Gonzalo Miragall, hizo un repaso demoledor por la realidad de los últimos dos años y por las perspectivas para éste, resumibles en un contundente: «Estamos en caída libre».

Para demostrarlo no sólo presentó los «lamentables» datos de años anteriores sino que constató que los esfuerzos que se realizan en promoción desde Balears son «ridículos» si se comparan con los de otras comunidades. Así, si Balears destina en un año 10,2 millones de euros en promoción, comunidades como la andaluza invierten 72,1 millones de euros (62 millones más); mientras que la catalana destina 33 millones; la canaria, 30 y los valencianos, 36 millones.

Además, apuntó como razones de la «clara pérdida de liderazgo» lo poco atractivo que resulta un destino en el que «los alcantarillados desbordan fecales, donde las fachadas se caen, hay neveras viejas tiradas en el campo, precios altos, vertederos, huelgas salvajes», entre otros ejemplo una larga batería de despropósitos. Tal y como remarcó ayer, «solucionar algunos de estos problemas no resultaría tan costoso» y están al alcance de que exista una verdadera voluntad política para afrontarlos.