Dos alumnas de Can Coix, Ana y Lidia, dibujan el molino de Sa Punta des Molí con todos sus detalles. Fotos: VICENÇ FENOLLOSA

Loli Hidalgo lleva dos años trabajando con niños de seis a doce años a los que les intenta trasmitir su pasión por la pintura, pero es posible que hasta ahora no hubiese tenido la oportunidad de trabajar en un aula tan envidiable como la que estos días acoge las clases de dibujo que ella imparte. Aprovechando que la nueva exposición de Loli Hidalgo se ha inaugurado en la pequeña sala de Sa Punta des Molí, en Sant Antoni, tanto ella como el concejal de Cultura del Ayuntamiento de ese municipio, Miquel Costa, estuvieron de acuerdo en que sería una buena idea trasladar las clases de dibujo, que normalmente se desarrollan en los centros escolares de la localidad, a ese atrayente espacio.
«¿Ahora qué más pinto?», preguntaba uno de los niños a la profesora, mostrándole su dibujo que, como todos los demás, representaba el molino que preside el recinto. «Te faltan las plantas que lo rodean y a esa zona le tienes que dar un tono más claro porque le está dando la luz», le contestaba pacientemente Loli Hidalgo que, con un delantal puesto, se dirigía de alumno en alumno ofreciéndoles las explicaciones pertinentes. Ayer, un grupo de unos 10 estudiantes de los colegios de Can Coix y Santísima Trinidad acudieron a las clases, mientras que hoy serán los alumnos de Can Bonet los que acudirán al recinto para pasar la tarde dibujando al aire libre.

Pintar al sol
Las temperaturas primaverales de las que estos días se disfruta en las Pitiüses, han convertido este taller en todo un acontecimiento envidiable para los que deben acudir a un aula y encerrarse entre cuatro paredes. «Este lugar es perfecto para dar clases y para los niños es mucho mejor poder pintar un paisaje real», comentaba la profesora. Todos han empezado por el molino, pero si les queda tiempo también tratarán de ilustrar la antigua noria instalada al lado. «Utilizan las técnicas de acuarela y tempera y con el molino ya llevamos varios días», comentaba Loli, quien les permite ilustrar el molino con un estilo libre, aunque todos los chavales que ayer dibujaban en Sa Punta des Molí, habían optado por ilustrarlo de forma realista.
Ana y Lidia, alumnas del colegio Can Coix, se sentaban en un banco que previamente habían colocado en la misma posición del día anterior para mantener el punto de vista del dibujo. «Me gusta más pintar las cosas naturales», decía Lidia. Natalia, de tan sólo seis años, correteaba inquieta de un lado a otro con su dibujo en la mano buscando el mejor sitio, que finalmente encontró sobre el muro de piedra. «Loli, ¿dónde está el papel higiénico, que se nos ha derramado el agua?», gritaba Natalia intentando salvar su dibujo, en el que incluso había incluido detalles como el del pomo de la puerta del molino.
El sábado, cuando cierre la exposición de Loli Hidalgo y muy a pesar de todos los alumnos y de la profesora, se celebrará la última clase en Sa Punta des Molí y todos deberán volver a las aulas convencionales.
S.Y.