La crisis de la Conselleria de Turisme del Govern balear bloquea el Plan de Excelencia Turística de Cala de Bou, aprobado por Turespaña el pasado 18 de diciembre con una dotación de 3'6 millones de euros (600 millones de pesetas). El Govern balear plantó ayer sin previo aviso a los representantes del Ayuntamiento de Sant Josep, Gobierno central y Cala de Bou en la reunión prevista en el Consistorio para constituir la comisión de seguimiento del plan y, entre otras cosas, establecer las bases del concurso de la gerencia. «Si falta una de las administraciones implicadas no se puede constituir la comisión», explicó ayer a este periódico el concejal de Turismo, Vicent Torres.

El dimisionario director general de Coordinación Turística, Jaume Garau, era junto a su jefe de servicios técnicos, Francisco Valero, los dos representantes del Govern en la comisión de seguimiento del plan turístico de Cala de Bou. Garau ha presentado esta semana su renuncia al cargo (hoy será ratificada en Consell de Govern) después de que se conocieran las supuestas irregularidades en la adquisición de unos terrenos en Son Serra Marina (Mallorca) por valor de 1'9 millones de euros con fondos de la ecotasa. Además, el PP también le acusa de haber mantenido abierta durante dos años una finca de agroturismo de su propiedad, Binicomprat, sin licencia.

La jefe del inventario de servicios turísticos, dependiente de la subdirección general de Calidad e Innovación Turística, Amparo Bernal, sí acudió en vano a la reunión en representación del Gobierno central. Bernal aprovechó el viaje para conocer Cala de Bou. El edil de Turismo reprocha al Govern y al Consell que «no les hubieran avisado con antelación» y lamenta que «el plan estará paralizado hasta que no se designen a los nuevos representantes» del Ejecutivo autonómico.