El mercado insular de automóviles ha puesto freno y marcha atrás. Tras varios años de aumento de ventas el año 2002 se salda, a falta de los datos de diciembre, con una caída de media del 16'3 por ciento de las ventas de turismos particulares (el año pasado se vendieron 1.889 y este año 1.556). Los datos no son mejores en lo que a ventas de turismo de alquiler se refiere, que han bajado un 34'1 por ciento (2.270 vehículos el año pasado frente a 1.495 en 2002). Incluso han caído las ventas de vehículos comerciales en un 6'5 por ciento en relación a 2001 (579 frente a 541).

Así lo constataron ayer el presidente de la patronal Prodeco, José Colomar, y de su asociada Aema, Juan Francisco Ribas. Este último quiso evitar catastrofismo pero reconoció que el año 2002 «ha sido duro» y que es posible que 2003 continúe la tendencia. Las previsiones más optimistas, según José Colomar, hablan «de una recuperación del mercado a finales del año próximo». La patronal Prodeco considera que la economía interna y la situación general en la zona euro se encuetra «muy marcada» por el elevado grado de incertidumbre existente.

Además, creen que «el ambiente pre bélico que se vive con posibles consecuencias sobre los precios del petróleo» y la evolución de los mercados financieros «muy influenciados en estos momentos por las crisis en América del sur» conducen a pronosticar «una lenta recuperación económica, acompañada de una débil reactivación del consumo privado y la inversión para 2003». Centrándose en lo concreto de las islas, la patronal asegura que el turismo se ha resentido por los efectos del 11 de septiembre, la implantación de la ecotasa y la puesta en circulación del euro.