Los vecinos de Can Llaudis se echaron ayer a primera hora de la tarde a la calle para protestar por la planta asfáltica de Naves y Conducciónes (NYC) instalada provisionalmente en el polígono de Montecristo desde hace ya siete meses, cuando sólo tenía que estar dos.

Alrededor de 70 personas se cubrieron la boca con una simbólica máscara de color negro y, ataviados con los festivos adornos del cotillón de la noche de fin de año, salieron en procesión por las calles del polígono en dirección a la planta asfáltica. Pon una planta de asfalto en tu vida llega la navidad y Ayuntamiento mentirosos o incompetentes, rezaban las dos pancartas que precedían a la comitiva.

La protesta de los vecinos tuvo un color festivo durante la marcha hacia la fábrica móvil de alquitrán, que curiosamente a esa hora no vomitaba humo de su chimenea. Los manifestantes sustituyeron los gritos de guerra, tan comunes en este tipo de actos de protesta, por un cántico acompañado por los pitidos de matasuegras y la percusión de cualquier objeto que encontraron por el camino. «Toda la noche la máquina ha estado en marcha», decía una vecina a otra mientras caminaban en medio del grupo.

Al llegar a la planta, un grupo de vecinos entró en el recinto de NYC para protestar ante los trabajadores de la empresa, que les conminaron a que abandonaran el lugar. Los vecinos salieron a la calle y en la puerta de entrada de la planta cantaron y brindaron por el desmantelamiento de la infraestructura.