El Patrón recorrió en procesión las principales calles de Sant Francesc. Foto: GUILLERMO ROMANÍ

Las fiestas patronales de Sant Francesc llegaron ayer a su día culminante en el que no sólo el pueblo sino toda la isla se volcó en los diversos actos programados a lo largo de la jornada. A las diez y media de la mañana comenzaba un desayuno popular a base de frita de polp y vi pagès que congregó a gran número de comensales a los que se sumaron bastantes integrantes de una excursión del Imserso. Pese al viento, que no dejó de soplar en todo el día, la plaza de Sant Francesc, el meollo del pueblo, estuvo siempre llena de gente que participó en el concurso de vi pagès y bunyols caseros.

El público aprovechó para observar las fotos realizadas durante la gimkana fotográfica del pasado domingo y que, tras asistir a la misa solemne, secundó la procesión y asistió a una demostración de ball pagès. La misa concelebrada, que tuvo lugar en la iglesia parroquial de Sant Francesc, estuvo oficiada por el obispo de Eivissa, monseñor Agustín Cortés, y los representantes institucionales fueron la presidenta del Consell, Pilar Costa, la consellera de Cultura, Fanny Tur, y el alcalde de la isla, Isidor Torres.

Tras la misa tuvo lugar la procesión en honor del santo patrón de la capital de la isla que abría un grupo de bailarines ataviados con los trajes tradicionales formenterenses para, al regresar al templo, realizar una demostración de bailes autóctonos. Alrededor de las dos de la tarde se produjo una estampida del personal que se dirigió a reponer fuerzas con una buena comida. El señor obispo, acompañado de los concelebrantes y un reducido grupo de feligreses entre los que se encontraba el alcalde, hicieron honor a un ágape, pagado por la iglesia, en Can Rafal.

A partir de las cinco se iniciaron actividades dirigidas especialmente al público infantil, una carrera de camareros y una tirada de galls en las inmediaciones del IES Marc Ferrer. Las actividades programadas a partir de las ocho vieron condicionado su desarrollo a la irrupción de la lluvia que deslució el final de la jornada de gala de estas fiestas.
G. Romaní