GUILLERMO ROMANÍ Padres de alumnos que acuden al colegio público mostraron ayer su preocupación por la acumulación de basuras y materiales peligrosos junto a la pista deportiva del recinto. Concretamente, contenedores y desechos están justo detrás de una de las porterías, de las que les separa tan sólo una tela metálica de tan sólo dos metros de altura. «Cuando la pelota pasa sobre la valla deben meterse entre contenedores con cristales y todo tipo de materiales procedentes de obras que se están realizando en los alrededores», señaló uno de los progenitores. La pista deportiva se encuentra en el cruce del Camí de ses Escoles, que se está remodelando para el acceso al futuro centro de salud.