Miguel Àngel Silva vuelve a casa

Vestido con una elegante y sencilla camisa negra y vaqueros y maquillado, Micky Silva, como le llaman cariñosamente sus compañeros de la comisaría de Sant Antoni, se reencontró con muchos de sus colegas de patrulla que, vestidos indistintamente de paisano y uniforme, se acercaron hasta el aeropuerto para hacerle los honores. Dos de ellos tuvieron el privilegio de entrar en la zona de equipajes para escoltarle antes de salir al recibidor. «Estamos muy orgullosos de Micky porque es todo un artista y ha sido el único concursante de la Academia que no ha llorado», explicaba emocionado su compañero Luis, quien minutos más tarde, ante la presencia del héroe de la noche, le gritaba que se quitase la camisa.

Entre el mogollón de besos, abrazos y piropos Miguel Àngel, que viajó a Eivissa acompañado de dos representantes, apenas pudo expresar palabras: «Estoy muy contento», se limitó a decir.

El policía compartió dos abrazos muy especiales: los que dio a sus dos compañeros de la orquesta Camicie, Toni Sansano y Jesús Barca, a los que achuchó cariñosamente. Acto seguido, y de manera atropellada, fue dirigido hacia un coche deportivo acompañado de dos amigos y sus dos representantes. Alrededor del vehículo las quinceañeras le saludaban y gritaban, el paso de su estrella se había hecho corto: apenas diez minutos.

La apretada y vertiginosa agenda de Miguel Àngel Silva para su primer fin de semana Postacademia incluye numerosos compromisos. El Ayuntamiento de Sant Antoni ha preparado una recepción muy especial esta mañana a las 12'00.