En España no hay cultura del hip-hop, aunque ahora empieza a despuntar algo», comenta Ana Calvo, una joven que se ha propuesto que el estilo musical conocido como hip-hop, y que para ella es «una forma de vida», se abra un hueco en Eivissa. Lo suyo ha sido una vida dedicada al baile. Con siete años su menudo cuerpo empezó a seguir el ritmo de cualquier sonido que llegaba a sus oídos y tan sólo con 14 decidió trabajar de noche para pagarse las clases en una academia. «Me crié en Barcelona y venía a Eivissa todos los veranos, pero con 18 años me fui a viajar y a seguir bailando», comenta.

Italia, Londres u Holanda fueron algunos de sus destinos, un recorrido que le sirvió para darse cuenta de la fuerza que ese estilo musical tiene fuera de las fronteras españolas. «En Holanda o Inglaterra está al orden del día, se escucha en todos sitios, así que me dije: voy a ser embajadora de todo esto en mi país», recuerda. El esfuerzo ha merecido la pena y después de un año instalada en Eivissa combina sus clases de aeróbic en el gimnasio Bulldog, con las de hip-hop. «Ahora tengo un grupo de seis alumnas, de entre 14 y 16 años, a mi cargo y estoy muy contenta», afirma.

Sus proyectos no se detienen ahí: el próximo mes de mayo se presentará con su grupo, bautizado como 'Born to shake', en el Campeonato Nacional de Hip-Hop, donde deberán presentar dos minutos de coreografía que será minuciosamente analizada por los jueces. «Hay que demostrarlo todo y se necesita un duro entrenamiento físico, cuanto más ejercicio hagan mejor bailarán», explica esta emprendedora joven de 25 años. Sus actuaciónes durante el Día del Deporte o en la reciente convención de skaters, 'OpenIbiza', les sirve como entrenamiento, aunque la profesora tiene claro que serán necesarios muchos más ensayos, también callejeros «porque es de donde realmente viene el hip-hop», añade.

El calificativo que mejor define el baile es, según Ana Calvo, el de «estilo libre», ya que aunque se rige por una coreografía, cada persona debe aportar un toque personal a los movimientos. «Puede ser agresivo, que es el que yo prefiero, sexy o melódico, que es el que más atrae a los chavales, muy influenciados por lo que ven en la MTV», apunta. En sus clases les pide que actúen, que doten de credibilidad a su actitud y aunque los adolescentes son sus principales seguidores, asegura que a los adultos les encanta que en sus clases de aeróbic introduzca hip-hop.