La producción pesquera de las Pitiüses ha caído este verano a consecuencia del mal tiempo, lo que acentúa aún mas la tendencia a la baja del sector este año. Los pescadores se han visto obligados a quedar en tierra más días de lo normal en estas fechas por las malas condiciones de la mar.

La producción de la cofradía de pescadores de Sant Antoni, por ejemplo, ha bajado entre junio, julio y agosto un ocho por ciento en comparación con el mismo periodo del año pasado. En total, las 32 embarcaciones de la cofradía han pescado 1.800 kilos menos que en 2001 (23 toneladas).

El secretario de la cofradía, Joan Castelló, apunta, por su parte, que la bajada no ha afectado a ninguna captura en especial. Además sólo se han pescado 178 kilos menos de langosta, cuyo periodo de pesca ya se ha cerrado. «Ha bajado todo en general», dice.

Tres cuartas partes de lo mismo ha sucedido en Formentera, donde la caída de las capturas se cifra en un 10 por ciento, sin que tampoco haya revertido en alguna especie concreta. Con ello, el sector consolida su tendencia a la baja. Si bien es cierto que la cofradía de Eivissa incrementó el año pasado el tonelaje de capturas (no así la de Sant Antoni ni la de Formentera), las estadísticas demuestran que en la última década el sector ha perdido mucho peso.

Durante el año pasado los pescadores de la cofradía de Eivissa pescaron 424 toneladas de pescado, 69 más que en 2000, pero 56 menos que en 1987. Lo mismo sucede en el caso de Sant Antoni, donde en 2001 se sacaron del mar 113 toneladas de pescado, nueve menos que en 2000 y un tercio menos que en 1985.

En Formentera la producción del año pasado fue de 142 toneladas, casi dos menos que el año anterior. «Es cuestión de ciclos. Tuvimos unos años muy buenos, pero ahora está bajando notablemente», explica Miguel, responsable de la cofradía.