En Jesús y entre amigos, más sabroso

La enumeración de algunos de los ingredientes que los dos cocineros, Pepe Illet y Juan Costa, éste último más conocido como 'Puas', utilizan para este plato estrella sirve para hacerse una idea de lo suculenta y apetecible que resulta siempre esta ocasión para los asistentes: 110 kilogramos de arroz, la misma cantidad de carne de cerdo, setas (según la receta frescas, pero en esta ocasión se recurre a las de lata para no disparar el presupuesto), pollo o detalles tan importantes como la nuez moscada y el azafrán.

Anoche todos querían probar un plato de arroz"«los servimos pequeños para que todos puedan probarlo», explicaba Illet", pero también al menos uno de los 2.500 buñuelos que por primera vez se incluyeron en el menú del día. «Para trabajar todo el mundo pone excusas, pero no a la hora de comer», bromeaba uno de los cocineros al ser requerido sobre el posible exceso que se puede cometer si se catan todos los platos. Pero al margen de posibles atracones, en los que seguro que más de uno de los comensales recayó, hay que remontarse a hace más de seis años para encontrar otro menú en esta noche gastronómica a la par que festiva.

El concejal José Escandell, Pep Toni, lo recordaba: «Llevo más de 28 años en la comisión de fiestas y siempre se ha hecho algo, aunque no siempre arroz. Hubo unos años en que se preparaba un bufet, luego una torrada de carne y ahora, desde hace unos seis años, el arroz de matanza». No es ahora la época del año en la que se llevan a cabo las matanzas, actividad que comienza en el mes de diciembre, pero para los responsables de dar vida a estas fiestas eso es lo de menos. «Con la carne del cerdo fresca el sabor es muy especial, por eso en la carnicería nos dan los últimos que hayan matado», explica Pepe Illet.

Casa Pascual, Carnes Castillo y Construcciones Can Cirer se encargan de la materia prima. Y desde la comisión de fiestas, Joaquín, David, Claudio, Luís, Héctor, Juanvi, Enrique y Juan son también una pieza clave en este entramado que es el poner en marcha las fiestas de cualquier pueblo.