La última vez que Rosselló insistió en que estaría lista «en verano» fue cuando se inauguró la obra.

El director general de Recursos Hídricos, Antonio Rodríguez, reconoció ayer que la interconexión de las desaladoras de Eivissa y Sant Antoni no estará lista «en verano». Desde el pasado 9 de enero, la consellera balear de Medi Ambient, Margalida Rosselló, ha asegurado públicamente en tres ocasiones que la conexión sería «operativa» durante el verano, de manera que se podría abastecer a las poblaciones en caso de escasez. Pese a la insistencia de la consellera, en el proyecto se establece que la obra necesita un mínimo de nueve meses para su conclusión y que la instalación de las tuberías no estaría acabada hasta el octavo mes.

Rodríguez explicó a este periódico que ya está prácticamente acabado el ramal entre Sant Antoni y Sant Rafel: se han colocado alrededor de 10 kilómetros de tuberías y sólo faltan unos 760 metros. Pero sólo se ha construido la mitad de la canalización entre Sant Rafel y Santa Eulària, que consta de 14'4 kilómetros, divididos en dos subtramos. Lo que peor va es, según el director de Recursos Hídricos, el tramo Sant Rafel-Eivissa, del que hasta ahora no se ha excavado ni un metro de zanja ni se ha instalado una sola tubería en los 7.007 metros de ese ramal: «De momento no se ha empezado», admitió. La obra, que tiene un presupuesto de 5.794.604 euros, corre a cargo de la empresa ACS.

«Vamos un poco retrasados porque las tuberías no han llegado a tiempo», explicó Rodríguez, quien culpó a las navieras de esa situación por haber dado «prioridad durante el verano al transporte de comestibles». Con el paulatino descenso del turismo, la entrega de tuberías vuelve a acelerarse, señaló. El ramal Sant Antoni-Santa Eulària estará listo a principios del otoño, añadió Rodríguez, mientras que el de Sant Rafel-Eivissa no empezará a funcionar hasta «finales de año», posiblemente a principios de diciembre.