EL presidente del GEN indicó las ampliaciones que los ecologistas consideran injustificadas. Foto: VICENÇ FENOLLOSA

El Grup d'Estudis de sa Naturalesa (Gen) anunció ayer el inicio de una intensa campaña contra la ampliación «agresiva», a su juicio, del aeropuerto de Eivissa. «Se presenta como una necesidad de seguridad como el dique de Botafoc, pero es sólo una parte de la realidad», señaló ayer el presidente del grupo, Joan Carles Palerm, que anunció que el lema de la campaña será «Seguridad sí, ampliación no» y que entre sus acciones está pedir al Ministerio de Fomento que «retire el plan o que al menos lo rectifique en buena parte».

El tráfico actual en el aeropuerto de Eivissa es de 4'5 a 5 millones de pasajeros al año. Con la ampliación, «la capacidad podría aumentar a siete millones de turistas», criticó el Gen, que considera que una cantidad así «desbordaría la isla», provocaría «un colapso mayor» y supondría «una demanda de agua dulce muy superior a la que la isla puede suministrar».

Además de adecuar la pista de rodadura para que el centro cuente con dos vías operativas (obra a la que no se opone el Gen), el Ministerio de Fomento tiene previstas otras ampliaciones que «no tienen nada que ver con incrementos de seguridad sino con aumentar el volumen de pasaje», asevera Palerm. Entre las reformas non gratas para el grupo está la ampliación del aparcamiento de coches privados y de alquiler, aumentar más del doble la terminal del aeropuerto y la habilitación de otros edificios. «Van camino de repetir lo que sucedió con el dique de Botafoc y lograr una finalidad encubierta bajo necesidades de seguridad», añadió Marià Marí, integrante del grupo.

La base de la campaña es «lograr apoyo social» para que el Ministerio de Fomento retire el plan. Para ello recogerán firmas, se entrevistarán con diferentes partidos políticos y ayuntamientos e incluso intentarán llegar hasta Fomento. «Si quieren más visitantes hay que duplicar el número de meses en los que viene gente, es decir, desestacionalizar, no duplicar el número de gente que viene en verano», sentenció Palerm.