En el concierto de Melody, en las Festes de la Terra o en el Congreso de Entidades Solidarias. Estos son algunos de los acontecimientos en los que se puede ver al grupo de voluntarios de Protección Civil; hombres y mujeres que visten una camiseta naranja y unos pantalones oscuros y que prestan su apoyo en cualquier conflicto que se pueda crear en el municipio. La presentación oficial de Protección Civil, que también cuenta con agrupaciones en Santa Eulària, Sant Antoni y Sant Josep, fue el pasado mes de abril. En Eivissa actualmente son 37 personas las que velan por la seguridad del resto de los ciudadanos, «aunque en realidad, en activo, somos una quincena», explica el coordinador, Jose Vicente García.

Les queda mucho trabajo por hacer y muchas metas que alcanzar, como el llegar a componer un grupo de 40 personas en activo o el formarse en áreas como la marítima o la forestal. «En el caso del área marítima esperamos poder hacer el curso a final de verano y así empezar a trabajar antes de que acabe el año», comenta el responsable del grupo. Otro de los objetivos a alcanzar es crear un equipo de buceo que colabore en la limpieza de los fondos marinos.

Protección Civil depende de dos organismos, el Consell Insular y el Ayuntamiento de Eivissa, y tiene su sede frente al colegio Sa Bodega, en el Mercado Nuevo. Cada participación en un evento les sirve a estos voluntarios para aprender y de esa forma estar preparados cuando sea necesario; porque nunca saben exactamente con qué tipo de problemas pueden encontrarse. Puede tratarse de un desmayo en un concierto o de un niño perdido. «La idea es abarcar campos en los que no se funciones o donde haga falta ayuda" explica Vicente García"pero no quitar terreno a otras instituciones. En caso de emergencia nosotros no somos el inicio, sino que dependemos del 112 de Palma y ellos nos avisan si por ejemplo hay un fuego y los bomberos no dan abasto».

Isabel Delgado, miembro de Protección Civil y también vicepresidenta de la FAPA, recuerda lo que ocurrió en el reciente concierto de Melody. «Ella se fue sin firmar autógrafos y los niños no querían creérselo. Había una que estaba especialmente nerviosa y al final la cogí y conseguí que me creyera. Eso me hizo sentir muy bien», comenta. Poco a poco van cargándose de experiencias y ahora mismo su mayor deseo es que los ciudadanos les conozcan. «Que cuando nos vean trabajando nos identifiquen sin ningún problema», aclara Delgado.

Javier Jaume y Jesús García son otros de los voluntarios que cubren el municipio de Eivissa. Todos coinciden en valorar la calidad del grupo humano que cada día se reúne para trabajar en el centro de la isla. «Que nuestra sede esté aquí no significa que no podamos prestar ayuda en otros municipios, si nos lo piden lo hacemos».