Al Norte de la Bahía de Sant Antoni, entre la playa Caló d'es Moro y Cala Gració se encuentra, excavado en la tierra, el aquarium Cap Blanc. Es una gruta marina de entre 250 y 300 metros cuadrados adaptada para albergar distintas especies marítimas típicas de las islas. Desempeña esta función desde el año 1987 cuando Miguel Tur, poseedor de la concesión administrativa de la cueva, inició una serie de cambios que trastocaron definitivamente su finalidad.

Antaño, era vivero de langostas, de este modo, en los días de pesca abundante se guardaba el sobrante en la cueva, para ser recogido cuando la lluvia impedía salir a pescar. El hecho de que la gruta se encontrará a nivel del mar hacía imposible que determinadas especies, bastante representativas de las costas pitiusas, pudieran residir en el interior, por esta razón, se hizo más profunda, oscilando entre los 30 y 150 centímetros.

Cinco peceras exteriores albergan aquellas especies que necesitan unas condiciones especiales, o las que son demasiado pequeñas para ser observadas en el lago, también aquellas que son incompatibles por ser depredadoras o alimento de las demás. En ocasiones, se puede encontrar en el acuario tortugas o delfines heridos que se mantienen allí hasta que están totalmente recuperados y son devueltos al mar. De este modo, se observan silvias, morenas, meros , langostas, llobarros, vacas, corsanas y otras. La alimentación de los peces esta compuesta de otros peces más pequeños, como jarrets o de cangrejos tres veces a la semana.