Pilar Costa, presidenta del Consell de Eivissa y Formentera, y Fany Tur, Concejala de Cultura, hiciero,ayer, en un acto de reconocimiento a Vicenta Marí, una vecina de Dalt Vila que lleva más de 50 años dedicándose de forma altruista al cuidado de la capilla de San Ciriaco. Vicenta Marí estuvo acompañada en todo momento por su marido y cuando se le entregó la payesa no pudo evitar balbucear unas palabras de agradecimiento, entrecortada por lágrimas de alegría: «Es una payesa muy bonita, se parece a mi madre, siempre iba vestida de payesa».

Vicenta siempre se ha encargado de la ermita. «Cuido la capilla pero también soy informadora del barrio, me entero de todo», aseguró con gracia, «pero muchos días me levanto a las 6 de la mañana para limpiarlo con agua y lejía. Delante de la capilla ya está blanco de toda la que he echado», concluyó con orgullo. Su trabajo en el altar empezó por casualidad, hace ya más de medio siglo. «Antes había una puerta de madera muy vieja que solo se abría el día de San Ciriaco, pero la cambiaron por la barrera que hay ahora y le dejaron la llave para que ella se encargara», afirmó su marido.

El acto fue corto pero intenso ya que la sencillez y emotividad de Vicenta Marí le permitió arrancar más de una sonrisa y que se ganara el cariño de todos los allí presentes.