Las previsiones de los hoteleros sobre el nivel de ocupación de agosto, el mes turístico por excelencia, parecen del todo acertadas. Una prueba de la llegada masiva de turistas son las colas que de nuevo (un poco más tarde de lo que suele suceder cada año, eso sí) se formaron en la parada de Eivissa.

El concejal de Gobernación, Pedro Campillo, ha repetido hasta la extenuación que el problema del taxi no se debe, ni mucho menos, al número de licencias, sino a la calidad del servicio También avisó de que en agosto, como cada año, habría colas. Allí están.