La Federación Empresarial Hotelera de las Pitiüses mueve ficha para
impulsar el mercado turístico en las islas. Los hoteleros se
reunieron ayer en la sede del Consell Insular con el conseller
insular de Turismo, Josep Marí Ribes, Agustinet, casi un año
después de que las relaciones entre ambos se hicieran añicos a
causa de la controvertida ecotasa.
El presidente de la Federación hotelera, Pedro Matutes, acudió a
la cita concertada por el conseller con un documento de 19 páginas
(Apuesta por el turismo) bajo el brazo, en el que los empresarios
hacen un análisis de la situación actual del turismo en las
Pitiüses y proponen una serie de medidas, «duras», según el propio
Matutes, para «relanzar el mercado». Este documento, elaborado
exclusivamente por los hoteleros pitiusos, tiene, según Matutes, un
fuerte componente de defensa de Eivissa y Formentera. La propuesta
hotelera hace especial hincapié en la promoción turística de las
islas, que considera «escasa e ineficaz».
La Federación reclama el «desmantelamiento urgente del Ibatur
[Institut Balear de Turisme]» y la distribución de sus fondos ya
que, para ella, «existen serias dudas sobre la efectividad de los
fondos que administra, en ocasiones dirigidos a eventos o fines
bien diferentes de la promoción turística». Asimismo, los hoteleros
apuntan en su informe que el producto turístico 'Illes Balears' no
existe y que por ello no deben gastarse recursos en él. Para los
hoteleros el Fomento de Turismo debe ser quien gestione la
promoción.
Aparte de la correspondiente crítica a los problemas de
inseguridad ciudadana y la petición, una vez más, de la retirada
definitiva de la ecotasa, los empresarios turísticos de las
Pitiüses reclaman una mejora de la calidad y control de la oferta
ilegal.
Al igual que con el Ibatur, la Federación Empresarial Hotelera
también considera necesario el «desmantelamiento del Institut de
Promoció de la Qualitat Turística (IPQT). Pese a que hace dos años
se dijo que las Pitiüses contarían con un instituto de promoción
propio, por el momento sólo se ha creado uno, dependiente del
Enturib, y situado en Mallorca. «La situación actual se caracteriza
por el intervencionismo del Govern y la marginación del Consell
Insular, que es quien en realidad tiene las competencias y el
contacto con el sector», dice el documento, que también demanda,
entre otras cosas, un plan específico para detectar la oferta
ilegal y facilidades para la reconversión voluntaria de plazas
turísticas a residenciales.
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