Los turistas, molestos con los servicios turísticos deciden recurrir a la administración para subsanar las deficiencias.

El Consell Insular ingresó 170.121 euros el año pasado, que equivale a 28 millones de pesetas, como resultado de los expedientes sancionadores a empresas turísticas. Esta cantidad no sólo procede de las multas de ese año, sino que también se puede acumular de anteriores ya que la administración contempla el pago fraccionado de las sanciones.

Durante 2001 se recibieron 292 reclamaciones de turistas relacionados con el sector turístico. Otras 91 quejas se remitieron a otras administraciones por razones de competencia. El trato descortés es uno de los principales motivos de las reclamaciones de los turistas que visitaron Eivissa y Formentera durante 2001. También figuran quejas por falta de higiene, explotación ilegal, incumplimiento de contrato, precios abusivos, robos, ruidos, dejadez en el establecimiento, publicidad engañosa, la no devolución de la señal que se entrega en algunos alojamientos turísticos, ausencia de hojas de reclamación y competencia desleal. Esta relación de quejas presentadas durante el año pasado supuso la apertura de un expediente sancionador en materia de turismo.

La memoria de la Conselleria Insular de Turisme recoge, además, la apertura de 201 diligencias informativas y 129 expedientes sancionadores a lo largo del año pasado. La mayoría de los 129 expedientes afectan a la isla de Eivissa. Sólo nueve se refieren a Formentera. La Conselleria ha resuelto 124 y sólo quedaron pendientes cinco. En cuanto a municipios, es el de Eivissa, con 62 expedientes, el que más quejas acumula; seguido de Sant Antoni, con 20; Sant Josep, 18; Santa Eulària, 14; Formentera, 9 y Sant Joan, 6.

Los inspectores de la Conselleria asimismo, han realizado 1.460 inspecciones durante el año pasado. Referentes a planes de modernización, se han producido 465 inspecciones; 38 sobre bajas definitivas; 305 diligencias de investigación; 125 actas de infracción y 135 acerca de informes técnicos.