Ana Orellana se dedica en cuerpo y alma desde hace 24 años a componer música para los más pequeños. La pasión de esta sevillana por la música nació en el momento en que le regalaron una guitarra y la tuvo entre sus manos, pero fue al nacer el primero de sus siete hijos cuando se dio cuenta de que lo que verdaderamente le interesaba era crear pequeñas historias musicadas para que sus hijos o cualquier otro niño disfrutaran y aprendieran con su trabajo.

En el año 1986 grabó su primera cinta en los ya desaparecidos Estudios Mediterráneo, pero ya antes había actuado en La Sala Dalias, tocó a favor del Parque Natural de ses Salines, formó parte de un dúo con otra cantante, 'Ana y Paloma', e incluso en 1978 colaboró escribiendo seis canciones en un disco de Rosa León. Lo de la música ha calado muy a fondo en su familia y muchos de sus hijos también se han interesado por ese mundo; tanto que en algunas ocasiones se han convertido en cantantes de algunas de sus letras.

Aunque también actúa ante el público adulto reconoce que «la diferencia al actuar con niños es muy importante, ellos son totalmente sinceros y una se siente mucho más espontánea». Actualmente, esta cantante que comenzó estudiando periodismo lucha por conseguir que su último trabajo, en el que han colaborado bastantes artistas de forma altruista , vea la luz; se trata de un CD complementado con un libreto que se titula 'El justo y los tumbaos'. «Estoy a punto de tirar la toalla; el Consell concedió ayudas por primera vez a la producción musical, pero a nosotros nos dejaron en último lugar porque no se tuvo en cuenta el trabajo que he hecho durante 20 años, sólo lo de este disco», protesta.

Hoy por hoy Ana Orellana ha decidido empezar a estudiar solfeo. «Yo he sido autodidacta, pero ahora que mis hijos han crecido por fín tengo tiempo para estudiar», afirma esta entusiasta mujer. Esta artista intenta recordar su niñez a la hora de componer, «entonces yo escudriñaba todo aquello que me gustaba y quiero que los niños puedan hacer lo mismo con mis trabajos», afirma.