Las empresas Herbusa, Cespa y Tirme negocian la adecuación del
vertedero de Roca Llisa, que actualmente es propiedad de la primera
de ellas. De esas conversaciones podría crearse una unión temporal
de empresas (UTE) para explotar ese basurero, en situación de
«clandestinidad, según el Plan Director Sectorial de Residuos de
las Pitiüses, y cuyo estado llevó el pasado año a la Comisión
Europea a denunciar a España ante el Tribunal de Justicia de
Luxemburgo.
Aunque las tres empresas llevan tiempo negociando apenas han
avanzado, especialmente por las dificultades que al parecer plantea
Tirme para alcanzar un acuerdo. Tirme es la concesionaria del
tratamiento de basuras de Mallorca. El año pasado preveía adquirir
todos los equipamientos e instalaciones previstas en el plan
sectorial de residuos de esa isla por un valor total de 15.000
millones de pesetas.
Según pudo saber este periódico, a pesar de que las
negociaciones están en «fase embrionaria», se espera una solución
rápida, pues el Consell tiene previsto sacar de inmediato a
concurso el pliego de prescripciones técnicas para la adecuación de
esa instalación. La consellera insular de Medi Ambient, Fanny Tur,
ya advirtió el pasado 6 de abril que si antes de julio Herbusa no
aceptaba vender el vertedero, la institución iniciaría un proceso
de expropiación urgente.
En principio, el Consell está a la espera de que las tres
empresas se pongan de acuerdo, lo cual evitaría a la institución
tener que intervenir de forma traumática. Cualquier acuerdo pasa
por contar con el visto bueno de Herbusa, pues el basurero se
asienta en terrenos de su propiedad.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Periódico de Ibiza y Formentera
De momento no hay comentarios.