Los sindicatos descartan entrar en la llamada guerra de cifras para calificar los resultados de la jornada de huelga y se ciñen a la multitudinara manifestación para hablar de «éxito rotundo». «Nos remitimos a la participación en la manifestación, que incluso superó de mucho nuestras previsiones», indicó ayer a este periódico el secretario de CCOO en Eivissa, Antonio Carmona.

La manifestación que recorrió las principales calles de la ciudad fue, según Carmona, la más importante de todas las sindicales que se han convocado hasta ahora en las Pitiüses. «Y de las populares, después de la famosa de Cala d'Hort vendría ésta», añadió.

El baile de cifras sobre la participación en la manifestación también fue una de las cuestiones más debatidas en el día de resaca del 20-J. Si la Policía Local estimaba una participación de 6.000 personas, los sindicatos disparaban los cálculos hasta 10.000, mientras que el presidente de la Caeb, Enric Moreno, lo dejaba ayer en una ridícula cifra de 500 ante la sorpresa de todos. «Me da la risa. No vamos a entrar en esto. Todos somos mayorcitos y decir que fuimos 500 es decir a la gente que es tonta», valoró, por su parte, el secretario de UGT en las Pitiüses, Diego Ruiz.

Los líderes sindicales también restaron importancia a los incidentes que empañaron la marcha, con insultos, escupitajos y amenzas a los comerciantes que optaron por abrir la persiana de sus negocios. El Cuerpo Nacional de Policía tuvo incluso que cargar contra un grupo de huelguistas cuando un individuo lanzó una caja de basura al interior de una panadería en Isidoro Macabich. «Tampoco hay que darle más importancia de la que tuvo. No hubo ningún cristal roto, ni ningún detenido», justificó Ruiz. Por su parte, Carmona apuntó que los incidentes los provocaron dos jóvenes, uno de ellos con la cara tapada. «Nosotros lanzamos un aviso a la Policía cuando entramos en Isidoro Macabich para que intervinieran, pero no nos hicieron caso», apuntó.