J. M. R. La dirección general de Pesca y el Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados (Imedea) están creando en Balears una red de monitorización de las praderas de posidonia para conocer su estado y los cambios que en ellas se producen. Ayer se celebró una reunión con los clubes de buceo de las Pitiüses con el ánimo de captar voluntarios, que serán los que integren la red. Dependiendo de su número (ayer hubo escasa presencia de asistentes) se crearán más o menos grupos de trabajo.

Pesca considera que hay en torno a 1.000 kilómetros cuadrados de praderas, de las que poco se sabe. Para profundizar en el nivel de conocimiento se crea esta red, que con los datos que obtenga facilitará, de paso, saber en qué situación se encuentra el ecosistema litoral. Cada isla se dividirá en varias zonas de actuación dependiendo de su tamaño. En cada zona se colocarán determinadas estaciones, cuyo número dependerá de los centros de buceo que se incorporen al proyecto. Cada voluntario deberá decidir el nivel de implicación que asume. Así, los datos no sólo pueden centrarse en la propia vegetación, sino también en la calidad del agua, los sedimentos y la abundancia de especies.

Además de buceos pueden participar voluntarios fuera del agua, mediante el tratamiento de datos y el trabajo en laboratorio. La coordinadora de la red es la bióloga Elvira Àlvarez, que desde Mallorca se pondrá en contacto con todas las islas. Según dijo ayer, la mejor respuesta a esta propuesta la han dado desde Mallorca. Las observaciones sobre abundancia de posidonia se realizarán en verano (época de mayor desarrollo), mientras que las de reproducción se llevarán a cabo en otoño (floración) y primavera (frutos).