J. M. R. El vicepresidente del Govern y conseller balear d'Economia, Pere Sampol, y el alcalde de Eivissa, Xico Tarrés, presentaron ayer el Plan de Actuación Comercial para Vila, elaborado por el Gabinet Gaudi. Se trata de un análisis de la oferta comercial y de servicios en el que se determinan los objetivos y las medidas que tanto los agentes privados como los públicos deben tomar para mejorar ese sector.

En el plan se considera necesario para la dinamización comercial urbana mejorar la accesibilidad y la movilidad. Entre las propuestas destaca la de elaborar un estudio de «viabilidad técnica, funcional y económica de un tranvía interurbano» que conecte el aeropuerto con el puerto, una idea revolucionaria que se meditó a principios de los años setenta, aunque entonces era más ambiciosa, pues proyectaba unir el aeródromo con Eivissa y Sant Antoni. También considera preciso redactar dos planes, uno de accesibilidad y otro de aparcamientos, y localizar un lugar para construir una escalera mecánica que una Dalt Vila con el ensanche.

El plan ofrece una serie de datos desconocidos hasta el momento, como el número de establecimientos comerciales de la ciudad (1.530) y de locales de servicios (1.136), lo cual representa una dotación de 389 comercios por cada 10.000 habitantes, una media por encima de la de Balears y España que convierte la ciudad en un «minifundio comercial». La superficie de venta suele ser de 74 metros cuadrados, por debajo de la media debido, según indica Gabinet Gaudi, a la especulación inmobiliaria, que ha disparado los precios.

También se sabe ahora que los residentes en Vila acostumbran, en un 67 por ciento, a gastar en su propia ciudad. Se dejan 75 millones de euros al año, mientras que los turistas gastan 18.500 millones de euros anualmente. El plan propone numerosos subplanes para revitalizar el comercio.