Los vecinos y comerciantes del Puerto de Eivissa se han propuesto buscar una salida definitiva a los problemas que provoca la actividad de los barcos de carga. La asociación de vecinos acordó el miércoles en asamblea general un programa a dos años vista que da máxima prioridad a conseguir el traslado del muelle de carga y descarga de los buques comerciales a otra parte de la bahía.

Los empresarios y vecinos quieren que el muelle viejo se use como zona de paseo y ocio, y, por tanto, sólo atraquen barcos de turismo con pasaje a bordo. «Ahora mismo el ruido de los barcos es insoportable para los vecinos que viven en primera línea de mar. Aparte de las estridencias, el movimiento de grandes camiones es un peligro constante para las personas que utilizan la zona portuaria como lugar de ocio», dice el presidente de la Asociación de Vecinos y Comerciantes del Puerto de Eivissa, Joan Tur Ramis.

Por otro lado, la asociación también insta al Ayuntamiento de Eivissa a que reforme el mercado viejo. Los vecinos proponen que los puestos de verdura se utilicen también para la venta de productos artesanos, mientras que sea en la pescadería donde se vendan los productos de alimentación frescos. Los comerciantes, según acordó la asamblea, deben cuidar la decoración exterior de los comercios, así como la publicidad y ofertas de estos establecimientos, que deber ir en concordancia con la fisonomía de la arquitectura de esta zona histórica de la ciudad. También demandan al Ayuntamiento que sea estricto en el cumplimiento de las ordenanzas sobre el estado de las fachadas de los inmuebles.