El Consell precintó ayer las obras ilegales que se desarrollaban en Cap Llentrisca, en el interior del área de protección del Parque Natural de Cala d'Hort. Las construcciones han sido denunciadas ante la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia (TSJ). Sobre esos precintos ya pesaba una suspensión del propio Consell, así como un auto de la sala de lo Contencioso-Administrativo del TSJ que ratificaba el mantenimiento de la suspensión. La orden del precinto se ha ejecutado sobre las obras desarrolladas por Armando González-Orejas Fernández, propietario y promotor, al que se ha impuesto una multa «coercitiva inicial» de 150'25 euros con la advertencia de que en caso de reiterar el incumplimiento «quincenalmente se impondrán multas coercitivas que dupliquen la cantidad de la multa impuesta en el periodo sancionador inmediatamente anterior».

Esa construcción ya fue paralizada el 4 de mayo de 2000. Si bien inicialmente su propietario paralizó las obras, posteriormente continuaron, circunstancia que, según se indica en el decreto de presidencia que ordena el precinto, «supone contravenir flagrantemente la suspensión acordada administrativamente». El 3 de diciembre de 2001, la institución comunicó a Armando González-Orejas que debía mantenerse la suspensión de los trabajos. El propietario hizo caso omiso. De hecho, y según se desprende de los informes efectuados por el celador de obras en el mes de octubre pasado, dos viviendas ya están «prácticamente finalizadas».

El Consell se dirigió a principios de mayo a la Conselleria balear de Medi Ambient para poner en conocimiento de sus responsables la actual situación de esas obras, ya que, según se entiende desde la institución insular, corresponde al departamento dirigido por la verde Margalida Rosselló «hacer efectivo el cumplimiento de la orden de paralización de los actos que supongan la transformación de la realidad dentro del área del Parque Natural de Cala d'Hort, según se asegura en informes elaborados por los servicios jurídicos del Govern.