Sólo el Ayuntamiento de Eivissa dispone ya de los 114 contenedores para recogida selectiva de envases ligeros que el Plan Director Sectorial para la Gestión de Residuos Urbanos de las Pitiüses estipula como «número mínimo» que se debe instalar. Además, el Consell ha aportado a Vila 14 contenedores adicionales de carga lateral.

El resto de consistorios sigue incumpliendo el Plan de Residuos. Salvo los contenedores adquiridos por el Consell que se repartirán equitativamente entre los cinco municipios de Eivissa, no hay más. De los 503 que el Plan de Residuos especifica como necesarios, faltan 333: de ellos, 80 en Sant Antoni, 120 en Santa Eulària, 41 en Sant Joan y 92 en Sant Josep. El Consell compró recientemente 83 contenedores (un 14 por ciento de las necesidades), de los que dará 14 a Eivissa, 14 a Sant Antoni, 21 a Santa Eulària, 16 a Sant Josep y 11 a Formentera. No obstante, la competencia de esa adquisición no es de la institución insular, sino de los consistorios.

No todos los ayuntamientos parecen dispuestos a acelerar, como el de Eivissa, la recogida de envases ligeros. El de Sant Joan pone pegas de carácter económico. Su alcalde, Antoni Marí Marí, Carraca, dice que el coste es inasumible para la localidad, cuyos gastos en retirada de basura suponen un fuerte desembolso. De hecho, la Comisión de Gobierno del Consistorio reunida el 9 de enero de 2002 remitió una carta al Consell después de que éste le ofreciera siete contenedores, en la que instaba a la institución a «resolver la situación ante los precios desorbitados que se pretende cobrar por el servicio de eliminación de residuos por parte de la empresa Herbusa».

En Sant Antoni también son reacios a comenzar la recogida de envases ligeros hasta que no entre en funcionamiento la planta de transferencia. El de Eivissa ha puesto menos pegas y empezará en breve a hacer esa recogida selectiva: la empresa Cespa se ha comprometido a transportar el material a Barcelona hasta que esté a punto la planta.