Barceló dio una charla en la extensión de la UIB. Foto: K.T.

El interés en programar una serie de conferencias sobre temática medieval ha acercado hasta Eivissa a María Barceló, doctora y profesora de Historia Medieval de la UIB. Ayer inauguró el ciclo de charlas sobre la Edad Media con motivo de la celebración de la Fiesta del Patrimonio. Con una investigación sobre la vida cotidiana en el Medievo en Mallorca, Barceló es una de las personas que más conoce este aspecto de nuestra historia.

«La historia de la vida cotidiana está muy de moda. Es una línea de investigación nueva. Hace años que ya se analiza y estudia pero, yo diría que está de actualidad porque somos bastantes las personas que nos dedicamos a este tipo de análisis histórico. Por otra parte, aunque sea a nivel de divulgación, en los quioscos y librerías aparecen muy a menudo libros sobre temática cotidiana de temas diversos», comentó la especialista. «Es una manera de tratar aspectos de estudio histórico que hasta ahora apenas habían tenido interés por parte de los historiadores. Actualmente hay algunas tendencias que van en esta dirección de apertura en la investigación, diferentes a la historia política y de grandes personajes», añadió.

En sus estudios María Barceló se ha centrado en tres aspectos: «Me interesan sobremanera dentro de la vida medieval porque configuran bastante el quehacer diario de la ciudad. Son el mundo de las salinas, que desde tiempos remotos ha forjado la personalidad de esta tierra, el puerto y la defensa o muralla». La experta señaló que, según la cronología tradicional, la Edad Media comenzaría a principios del siglo V y en el caso ibicenco acabaría a finales del XV o principios del XVI. En este periodo la sociedad ibicenca destacaba por su apertura comercial. «Durante el siglo XV en Eivissa era mucho más fácil conseguir trigo de la Península Balcánica que de Castilla», indicó Barceló. «Las islas han sido siempre un lugar de paso y se han vivido ambientes mucho más cosmopolitas», reveló.

En cuanto al día a día la profesora dijo que «la base fundamental era la agricultura con la ganadería como complemento. Pero la sal y su comercialización es fundamental para la isla de Eivissa». En cuanto al ocio Barceló señaló que «en la Edad Media tanto se asistía a bailes, cantos o juegos como a distintos oficios religiosos y litúrgicos, que ocupaban gran parte del tiempo libre».