La Conselleria d'Educació tiene un nuevo obstáculo en el lento
proceso de la demolición del edificio de Arts i Oficis, la futura
sede de la administración educativa en las Pitiüses. Esta vez el
problema estriba en qué hacer con los escombros procedentes del
derribo. «Se ha de llevar en algún sitio dentro de la normativa de
residuos sólidos. Incumplir la norma es un poco difícil», explicó
el delegado insular de la Conselleria d'Educació, Antoni Marí,
sobre este problema. La Conselleria d'Educació está en
conversaciones con la Conselleria Insular de Medi Ambient para
resolver el problema cuanto antes.
Una de las soluciones sería llevar los escombros al vertedero de
Ca Na Putxa, pero no hay posibilidades económicas. «El proyecto de
demolición no contempla hacer este pago», añadió Marí. El delegado
lamentó que en Eivissa «no haya un lugar para hacer la selección de
los residuos y poder cumplir con la normativa». De este modo, hasta
que no se resuelva qué se van a hacer con los escombros procedentes
de este antiguo edificio tras la demolición no se va a proceder al
derrumbe.
Este es uno de los problemas con los que se encuentra la
administración después de resolver el problema de la retirada del
cableado eléctrico de la compañía Gesa, ya que para hacer esta
actuación era necesario que el proyecto pasara de nuevo por la
Comisión de Patrimonio del Consell Insular, ya que se encuentra
dentro del área de influencia de la necrópolis Puig des Molins de
Eivissa. Los trámites han sido rápidos, en este caso, ya que Gesa
ya dispone del visto bueno para poder hacer la obra. «El
Ayuntamiento de Eivissa me ha avisado de que enviará a Gesa el
permiso de obras para que pueda retirar el cableado eléctrico». El
inmueble que albergaba hasta el otoño de 2001 la sede de la
Conselleria d'Educació se encuentra en un estado lamentable. Tras
la demolición está prevista la construcción de un nuevo
inmueble.
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