Montañas de arena. Foto: KIKE TABERNER

EUGENIO RODRIGUEZ Las empresas adscritas a la Pequeña y Mediana Empresa de Eivissa y Formentera (Pimeef) reclaman a la Dirección General de Costas que reponga la arena de las playas del norte de la isla, especialmente Benirràs, cala Xarraca, y el Port de Sant Miquel, entre otras, y no sólo Aigua Blanca, es Figueral y Sant Antoni, tal y como recomienda el estudio realizado por el Imedea y la Universidad Politécnica de Valencia y en base al cual el Ministerio de Medio Ambiente acomete la regeneración de las zonas del litoral afectadas por el temporal del pasado mes de noviembre.

La Comisión de la Arena, intregrada por la Pimeef, Federación Hotelera, Asociación de Concesionarios de la Zona Marítimo Terrestre, Fomento del Turismo, Cámara de Comercio, Asociación de Bares, Restaurantes y Cafeterías, Asociación de Vecinos del Port de Sant Miquel y la Agrupación Empresarial de Agencias de Viajes de Balears, mantiene que las playas del norte quedaron tan devastadas como Aigua Blanca, es Figueral y Sant Antoni y, además, acusan al Govern balear de «boicotear» la operación de reparación de los daños del temporal.

«Nosotros tan sólo pedimos que se reparen los daños del temporal, pero es lamentable que el propio Govern sólo ponga trabas. Nos indigna que nuestro Govern, con el apoyo expreso del Consell Insular, interponga un pleito contencioso-administrativo contra los intereses generales de Eivissa», dice esta comisión en un comunicado de siete puntos. Los empresarios también critican la posición que mantienen los ecologistas: «Tienen una actitud irresponsable, que perjudica a todos los habitantes de esta isla que crea un agravio comparativo con las actuaciones realizadas en Mallorca», apuntan.

Los ecologistas han denunciado ante la Fiscalía que el Ministerio de Medio Ambiente realiza la extracción de arena en sa Talaia sin someter el proyecto a un estudio de evaluación de impacto ambiental, tal y como establece la ley. La Comisión de la Arena insiste en que ya se han realizado suficiente estudios en el litoral para poder llevar adelante este proyecto de emergencia. «Llevamos 10 años hablando de lo mismo. No creo que la situación haya cambiado y, por tanto, los primeros estudios deben servir», dice.