Cuatro representantes sindicales de los trabajadores de la central térmica de Gesa en Eivissa: Juan José Castro, Vicente Ribas, José Antonio Escobar (de CC OO) y Manuel Sánchez (de UGT) permanecen encerrados desde ayer y hasta mañana en las dependencias de la central. La causa principal de la protesta es la reducción de la plantilla de la planta. «En 1998 era de 128 trabajadores mientras que el la actualidad son 70 y está previsto llegar a 2005 con sólo 59 empleados», denunciaron. El comité de empresa se mostró «preocupado» porque el personal «se reduce» a la vez que «cada vez se produce más energía» y se está a la espera de recibir una turbina y un motor más que requerirán atención.

Esta reducción de plantilla supone, además, «que si antes había 13 personas en planta por cada turno de ocho horas ahora son ocho por turno y serán aun menos en el futuro». Los trabajadores denuncian que no se ha cubierto la reposición de plantilla necesaria tras producirse varias jubilaciones y prejubilaciones. Además, este hecho supone una «modificación sustancial de las condiciones de trabajo sin negociación previa con la plantilla». En este sentido aseguran que hay personas que realizan trabajos de una categoría superior a la que marca su contrato y que «no cobran en proporción».

Otra de las quejas de los trabajadores es «la falta de seguridad de la planta». Hay máquinas «que ya han cumplido 35 años» que están en mal estado y a las que «sólo se repara con parches, no con una revisión profunda para lo que es preciso que se desplacen especialistas a Eivissa». La reducción de plantilla tampoco beneficia a la seguridad del centro. Las negociaciones con la empresa podrían activarse hoy. En caso de lograr un resultado positivo sobre sus reivindicaciones abandonarían el encierro.