El equipo de gobierno del Ayuntamiento de Eivissa se mostró ayer
convencido de que todas las actuaciones que ha llevado a cabo en el
barrio de Can Escandell «cumplen escrupulosamente la normativa
urbanística vigente y los términos del convenio» que la institución
suscribió en 1994 con los propietarios de los terrenos, que ahora
pretenden que se proceda a la demolición del local social, el
parque infantil y las pistas deportivas porque el Consistorio no ha
aprobado el plan parcial que daría luz verde al gran parque pero
también a la edificación.
La institución quiere que quede claro que el 'altruismo' del que
hacen gala los propietarios lleva aparejado el interés por
construir en 140 parcelas que suman 200.000 metros cuadrados y
darían cabida a 3.200 nuevas plazas. «Por todo esto, las
manifestaciones y acciones que desde hace unos años llevan a
término los promotores de este plan parcial se amparan en la
demagogia, ya que sólo responden a sus intereses económicos»,
manifestó ayer el Consistorio a través de una nota de prensa.
El Ayuntamiento mantiene que el convenio firmado con los
promotores establecía que se mantendría en vigor hasta que se
aprobara el plan parcial, cosa que según la institución es hoy por
hoy imposible mientras no se apruebe el Plan Territorial Insular y
determine los parámetros de crecimiento de la ciudad. Este
convenio, añaden, especificaba que los terrenos podía ser
utilizados para iniciativas de interés general y no lucrativo, como
pueden ser el local de vecinos, las pistas deportivas o el parque
infantil.
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