Dos indicaciones señalan dónde se encuentra el camino hacia ses Fontanelles.

Acceder desde Sant Antoni hasta el entorno de Cala Salada no ofrece ningún problema. El firme está asfaltado y la única dificultad descansa en el tramo, que está plagado de curvas. Justo antes de llegar a este enclave, el conductor encuentra un desvío, el que conduce a la cueva de ses Fontanelles. Si decide dar el paso de visitarla, antes tiene que pasar por una prueba exigente: el propio trayecto.

En un principio se encuentra a ambos márgenes del camino a algunos coches aparcados cuyos conductores se encuentran en la playa. Más adelante, alejado un poco de la costa, un pinar ensombrece la mitad del trayecto y a la vez aparecen los primeros baches que ponen a prueba los amortiguadores del vehículo. En la cuneta, algún turista despistado olvidó latas, bolsas, residuos y alguna sombrilla. Unos montones de cemento seco hacen presagiar que alguien pueda tapar los socavones algún día. Cuando ya se han cubierto casi dos kilómetros de ruta el conductor comprueba que las fuertes lluvias de los últimos días han acrecentado la gravedad de los baches y los han convertido en socavones. Una especie de meandros no permiten esquivar los obstáculos y piedras de gran tamaño invaden la calzada.

Cuando a una velocidad lenta se avanza poco a poco llega el momento de la confusión. El camino se bifurca en otros tres más y sólo queda el azar. Si no se ha acertado, uno se encuentra con letreros puntuales de 'propiedad privada' que avisan de la equivocación. El conductor entonces empieza a pensar si de verdad merece la pena atravesar por esos contratiempos para visitar el enclave que algunos kilómetros atrás un letrero lo presentaba como monumento. Ninguna indicación más para recordar la dirección a seguir aparece en el resto del trayecto. Algunos tienen suerte y consiguen llegar finalmente a la cueva de ses Fontanelles. La visitan y después vuelven a sufrir las exigencias de la ruta. El estado del camino es tal que Joan Marí Tur, conseller del PP, ha anunciado la decisión de presentar una moción para que se proceda al arreglo de este camino.