Eivissa se ha convertido, de pronto, en un destino muy apetecible y pacífico. Foto: K. TABERNER.

El presidente de la Asociación de Agencias de Viajes de Eivissa, Antonio Torres, prevé un aumento de las reservas en la isla en octubre «a consecuencia del desvío de visitantes de otros destinos del Mediterráneo que se consideran peligrosos» tras los atentados del 11 de septiembre en EE UU y la declaración de guerra de este país a Afganistán. La gente que tenía reservas hechas en el Mediterráneo más meridional como Marruecos, Túnez, Egipto y Turquía «cancelarán muchos de estos viajes y serán desviados a otros destinos», según Torres que añade que las Islas serán «las primeras beneficiados de la desgracia ajena».

Las consecuencias de los últimos acontecimientos repercuten de dos formas diferentes en las agencias de viajes de Eivissa. Torres explica que «los que se dedican a vender viajes desde Eivissa lo tienen mal porque la gente es muy reacia a viajar en situaciones de conflicto o guerra; mientras que los que reciben turistas de fuera no han notado cambios demasiado importantes por el momento».

En el caso de Turquía, uno de los principales competidores de Eivissa en los últimos tiempos, «está claro que es un país estratégico en estos momentos». En lo que respecta a Marruecos, Túnez y Egipto «son países árabes y en estos momentos no son un destino apetecible», razona. Por contra, Balears forma parte de un país de la Unión Europea y se sigue confiando en su seguridad.

El presidente de las Agencias de Viajes confirma que un alto porcentaje de residentes en Eivissa que habían reservado Túnez o Egipto están cancelando sus viajes y recomienda a las personas que planeen visitar algún destino de la zona del Mediterráneo u Oriente Medio consulten antes de salir a la Oficina de Información Diplomática, un organismo que depende del Ministerio de Asuntos Exteriores (teléfono 91 3799842) donde advierten de la situación en cada país. «Personalmente -apunta- me pensaría mucho irme ahora a Turquía o Egipto y quizás menos a Túnez», señala Torres.

El miedo a volar pone en jaque a las compañías aéreas
La Asociación Española de Compañías Aéreas (AECA) pidió ayer ayuda al Gobierno para paliar la crisis originada por los atentados contra EEUU, que provocará recortes de facturación en torno a los 40.000 millones de pesetas, el 16 por ciento de lo previsto para este ejercicio. El presidente de AECA, Felipe Navío, explicó tras una reunión de trabajo que los asociados (todas las compañías españolas excepto Iberia) propusieron ayer por carta al presidente del Ejecutivo, José María Aznar, una serie de medidas para aliviar la situación de las empresas, ya que la ocupación de los vuelos regulares se ha reducido en los últimos días un 30 por ciento. Si no hay medidas que compensen los costes derivados de la crisis, no descarta reducciones de plantillas e incluso el cierre de algunas compañías.