El colectivo de examinadores de Tráfico retoma sus medidas de presión después del compás de espera tras los últimos paros realizados este verano con el objetivo de mejorar sus condiciones laborales. Los examinadores han convocado paros los días 24, 26 y 28 de septiembre, 1, 3 y 5 de octubre. A partir de estas fechas, si no se llega a un acuerdo, la huelga será cada martes y viernes de todas las semanas hasta 2002.

Los funcionarios reclaman la creación de una escala ejecutiva de examinadores; un seguro acorde a la peligrosidad de su trabajo dado el número de trabajadores de Tráfico que han sufrido accidentes; y que en el impreso de las pruebas aparezca la firma del examinador, como una forma más de reivindicar esta figura.

El paro realizado en julio logró un seguimiento del 90 por ciento del colectivo de examinadores de toda España. Sin embargo, en el caso de Eivissa la situación se recrudece ya que sólo hay una examinadora de Tráfico para atender a una media semanal de 200 personas que se presentan a las pruebas teóricas y prácticas. Desde Palma se desplazan compañeros de Tráfico cada semana para realizar los exámenes, «pero yo coordino todas las pruebas en Eivissa, a parte de examinar, inspeccionar, hacer de auxiliar y cualquier cosa que pase en el área de exámenes, desde que llega la solicitud hasta las pruebas», apunta la examinadora de Eivissa.

Una situación que, a su juicio, le supone «una gran presión» de su trabajo, que tampoco es reconocido económicamente ya que su nómina es de 160.000 pesetas netas al mes. En el caso de Menorca, también hay un sólo examinador pero la portavoz asegura que la carga de trabajo es muy superior en las Pitiüses. «Tenemos un trabajo penoso, porque a nadie le gusta ser testigo, juez y verdugo», se lamenta.