El departamento de Carreteras de la Conselleria balear d'Obres
Públiques no considera «necesario» mejorar la intersección entre la
avenida Sant Agustí y la PM-803 (la vía que une las localidades de
Sant Antoni y Sant Josep). Esa fue la respuesta que el Ayuntamiento
de Sant Antoni recibió a su solicitud de construcción de una
rotonda en ese cruce para solucionar los problemas de tráfico y de
seguridad, según explicó ayer el alcalde, Antoni Marí Tur, durante
el pleno ordinario, en el que se debatió una moción progresista
-rechazada por PP y DP- para acondicionar la calle sa Cadernera,
que apenas tiene 70 metros.
Según detalló el ingeniero jefe de Carreteras, Juan Cifre, ese
tipo de obras «no figura entre las prioridades de actuación» en las
Pitiüses. Desde el Consistorio se había alertado a ese departamento
de la necesidad de mejorar la confluencia por ser una «zona
generadora de tráfico y antes de que el espacio necesario para su
construcción sea ocupado por edificaciones».
Esta temporada pasará sin pena ni gloria para el aparato
adquirido por el Consistorio para medir el ruido que generan los
establecimientos nocturnos. Averiado a comienzos del verano tras
quedarse sin batería, a finales de julio el Ayuntamiento se puso en
contacto con la casa que lo fabricó para que lo arreglara. El
sonómetro, que ha costado a las arcas públicas un millón de
pesetas, no salió de Eivissa porque la fábrica cerraba en agosto,
por lo que no ha podido ser empleado aún, según admitió el concejal
de Gobernación, José Juan Ferrer, a raíz de las preguntas
formuladas por los ediles de Democràcia Pitiusa y Pacte
Progressista.
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