J. M. R. El Ayuntamiento de Formentera proyecta un cambio radical en la recogida de residuos sólidos urbanos que comenzará a ejecutarse en el último trimestre de este año. El más importante de ellos es la instalación de seis puntos en toda la isla para que los ciudadanos puedan verter los escombros que generen. El material de construcción será trasladado al vertedero, donde se pondrá en funcionamiento una máquina que triturará los restos hasta convertirlos en arena. De esa forma, ese material ocupará menos espacio, será reutilizable y dejará de ser esparcido por todos los rincones de Formentera, como ocurre en Eivissa, donde no hay lugar físico legalizado para verterlos.

El alcalde, Isidor Torres, ofreció esta información en el pleno que la Corporación celebró ayer, donde, además, explicó que en colaboración con Cespa se cambiarán todos los contenedores: serán más grandes, tendrán tapas permanentes y se construirá alrededor de ellos una cerca para que ni el viento ni nada los pueda mover del sitio. También comenzará a repartirse por la isla los contenedores para papel (azules) y amarillos (latas). A juicio de Torres, estas medidas requerirán la colaboración ciudadana: «Se trata de alcanzar un acuerdo cívico. Si no somos capaces de concienciarnos, lo tenemos crudo», dijo.

El pleno también acordó dirigirse al Consell para solicitar la firma de un convenio que permita adquirir «tantas ovejas como bajas» se produzcan en la cabaña formenterense debido a los ataques de perros. También se pide a la Conselleria insular d'Agricultura i Cooperació Municipal, que dirige, Vicent Tur, que cree un centro de cuidado y recuperación de animales, y que lo dote de un responsable y de un vehículo.

Por unanimidad, los ediles aceptaron solicitar al Govern balear que la veda del raor se amplíe al 31 de agosto. Actualmente concluye el 15 de ese mes. Dos razones avalan esa petición: la primera, que en esa fecha aún está en periodo de desove; la segunda y más importante, que se ha creado una expectación inusitada por pescar esa especie, lo que aumentado de forma desorbitada su precio. Según asegura un concejal progresista, el día en que se abrió la veda« en es Freus había más pescadores que raors».